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Tras la resaca europea, el Atlético vuelve a la competición casera visitando Pucela para enfrentarse a un Valladolid que en nada parece tan peligroso como la temporada pasada, aun sin haber perdido a sus grandes jugadores, pero si después de perder a su gran entrenador. El equipo vallisoletano ha demostrado en este arranque liguero serias dudas en su juego, además de una ausencia de puntería. Aunque si algo pesa en el juego de los pucelanos es sobre todo la ausencia por lesión de su estrella, el alemán pretendido por el Atlético, Ebert. La ausencia del habilidoso extremo, ha provocado en el Valladolid un juego plano, sin nadie capaz de romper defensas o desequilibrar partidos, cosa que empeora si valoramos que enfrente recibirá a la mejor defensa del campeonato como es la formada por Juanfran, Miranda, Godín y Filipe.

Con esta previa del equipo rival, los colchoneros parecen claros favoritos para llevarse el encuentro y seguir en su duelo con el Barcelona por el liderato, pero esta idea de superioridad no va en la forma de ver el fútbol para Simeone, y tampoco para los aficionados rojiblancos los cuales tememos que nos afecte a ver jugado un difícil encuentro el miércoles, aun habiéndonos demostrado los jugadores de segunda fila que responden cuando se les necesita, y por lo tanto llegarán al partido con la misma seriedad con la que jugaron en Champions y la mista intensidad tan característica en los del Cholo.

Por parte vallisoletana, los de José Ignacio Martínez llegan con la duda de Marc Valiente; mientras que los colchoneros vuelven a contar con Tiago el cual quitará el puesto en la convocatoria a Guilavogui que tendrá que esperar para debutar, pero seguirán con la baja de Aranzubia que será sustituido por el tercer portero Bono.

Poco más se puede contar del partido, que tendrá como interés principal ver si Simeone empieza a rotar al equipo o lo dejará para el partido del martes frente a Osasuna; y también si debutara como jugador rojiblanco Alderweireld. Por el Valladolid, ver si algún jugador como Oscar o Berdigh deciden ser la pieza sobre la que gire el equipo, o si por el contrario en Pucela se seguirá añorando a Ebert y rezando porque Mariño siga tan seguro mientras que Javi Guerra pueda rematar algún centro de una de las revelaciones del año pasado como fue Rukavina, y asi ganar algún punto a los equipos de su liga, y porque no a equipos mayores como los rojiblancos.

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Artículo por @iavnwee