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Real Betis Balompié: Andersen; Steinhöfer, Perquis (Amaya, 78'), Jordi, Dícad; Reyes, Nosa; Vadillo (Juanfran, 55'), Verdú (Salva Sevilla, 67'), Cedrick; Chuli.

Olympique de Lyonnais:  Lopes; Dabo (Fofana, 78'), Koné, Umtiti, Bedimo; Gonalons, Ferri; Briand, Grenier (Mvuemba, 90'), Lacazette; Gomis (Fekir, 68').

Colegiado Stefan Johannesson. Amonestó a Steinhöfer (24' amarilla), Gonalons (31', amarilla), Dabo (32', amarilla), Grenier (49', amarilla), Jordi (62, amarilla).

Mal sabor de boca tras el pitido final en el Villamarín. Así salieron del Estadio los más de 22.000 aficionados verdiblancos que asistieron anoche al debut europeo del Betis después de 7 años. Mágica noche que se quedó en agridulce, con un rival de altura, de 'Champions', como era éste Olympique de Lyon. Mereció el Betis mucho más en este primer partido de la Fase de Grupos. Un encuentro con pocos alardes en 90'. Triste, y por momentos, aburrido, que acabó sin goles. Y visto lo visto, es nota positiva para ambos. 

Nada más y nada menos que 10 cambios introdujo Pepe Mel con el que saltó ante el Valencia. Sólo Vadillo repetía. De entre ellos, ocho fichajes de éste pasado verano. Un once completamente nuevo entre sí, mérito absoluto si comparamos el resultado final con este dato. Jugadores que hasta el momento no había tenido su oportunidad pudieron demostrar anoche su valía. Algunos lo consiguieron; otros no. Buen partido de Perquis, estrenando titularidad, con Jordi y Lolo Reyes en el triángulo defensivo. Correctos Dídac, por primera vez 'utilizado', y Chuli, de referente ofensivo. Y por el lado negativo, Steinhöfer. No está a la altura de lo que nos vendieron. Horrible en defensa su partido de anoche. 

Por la parte contraria, Rémi Garde no tenía mucho donde elegir. Con la cantidad de bajas, colocó lo que tenía. Un equipo joven -6 futbolistas menores de 23- para presentar batalla al rival del Grupo. Sin embargo, ninguno de ellos a la altura del nombre del equipo, o de su historia. Equipo de futuro, no de presente. Anoche mostraron poquísima personalidad, poco mordedor. Saltaron al terreno de juego con un típico partido de visitante: A defender el marcador a cero, y a esperar rascar arriba. Tan sólo Grenier y Lacazette ofrecieron algo más que el resto. 

El partido no estuvo a la altura de Europa. Y eso que empezaba pintando bien. Pero sólo se quedó en el ambiente festivo de las gradas de Heliópolis. Aburrida primera parte. El partido arrancó con dominio francés, a los mandos de Grenier, muy acomodado en el terreno de juego, con destellos de fútbol, mientras el plantel de las trece barras calentaba motores ya con el partido en marcha. Comenzaba Gomis a crearle problemas a la marca de los centrales en marcaje fijo, y Lacazette buscando la verticalidad en banda ante Dídac, pero lo que parecía peligroso fué sólo un espejismo. Tras esto, el Lyon regaló la pelota al Betis, y buscó el acomodo atrás. Fué un dominio sin peligro, de balón todo lo que el equipo del Villamarín dejó en el campo. El equipo se llenó de pasividad, de lentitud en cada acción ofensiva, y de imprecisiones. 

Nosa y Verdú no tenían su día. Al nigeriano le costaba levantar la cabeza, mientras que el catalán, que salía de una lesión, pareció falta de ritmo y velocidad de partido en el último pase. Y Cedrick, el jugador más vertical, parecía que sus piernas iban más rápidas que su cabeza. Aún así, de éste último salieron las dos acciones más claras de la primera parte. En una de ellas, por su costado, buscó a Nosa en un pase a tiralíneas que lo dejó sólo ante Lopes, ante el cual intentó buscar a Chuli en el punto de penalti. Poco pudo rematar con Koné y Umtiti encima; y en la otra, fué el congoleño el que erró el pase. Esta vez, disparó a puerta cuando Nosa sí estaba sólo donde antes aparecía Chuli. Elecciones cambiadas que podían haber volteado el marcador en lo único ofrecido en la primera mitad. 

La segunda no mejoró lo ofrecido. Las imprecisiones y la lentitud no sucumbieron. Mandó el Betis en casi todos los 45'. En éste tramo de juego apareció Chuli. El delantero intentó todo lo que pudo. Se sacó un tiro entre varios rivales, pero de cara a gol poco más. Eso sí, pelea ofreció hasta el final. Increíble su entrega, pero no se le puede comparar con Jorge Molina, al que ayer se le echó de menos. La mejor ocasión de ésta mitad la tuvo el Lyon, en una falta botada por Grenier. Se paseó la pelota de palo a palo, y Umtiti la tuvo. Crecían los nervios en las gradas, y más si cabe viendo el paso de los minutos. Tuvo que reaccionar rápido Mel con los cambios. 

Entró Juanfran por un malhumorado Vadillo al cambio, el cual no ofreció nada; y Verdú le dejó su sitio a Salva Sevilla. Y aquí se avivó el Betis. Con el almeriense de dulce, el Betis fué a por los tres puntos. Cogió los mandos, conectó con Nosa y buscó a Chuli, Cedrick y Juanfran una y otra vez. De sus botas salieron un pase en tiralíneas al onubense, que cayó en el área ante Koné. Posible penalti no señalado por el sueco Johannesson. Muy correcto, a nivel europeo, su arbitraje, por cierto, aunque no castigara a Ferri ante su durísimo partido. Sin Gomis, secado por un Perquis excepcional que se marchó lesionado por Amaya, Lacazette buscaba la contra. Tuvo un durísimo disparo abajo que Andersen paró con solvencia. Pero nada más. Al igual que el Betis, que mataba el partido con dos carrerones sin final de Cedrick. 

Reparto de puntos para ambos equipos que poco ofrecieron dado su nivel. El Villamarín se fué de vacío, pero con el saber que su equipo le había plantado cara a un 'grande'. Primer punto en la UEFA Europa League. 

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Artículo por @TonijazoRM