lunes, 2 de septiembre de 2013
Después de tantas idas y venidas, ya es oficial el fichaje de Gareth Bale por el Real Madrid. El club madrileño está dispuesto a pagar al Tottenham 91 millones de euros por el jugador galés, un precio desorbitado para muchos. Está claro que si se paga dicha cantidad es porque el club puede permitirse un fichaje así. Pero, ¿por qué ciertos clubes pueden permitirse tanto gasto por un solo jugador y otros no? Es muy simple, hay una desigualdad enorme en el reparto de dinero en concepto de derechos televisivos entre unos y otros.

   
En nuestra liga, Barcelona y Real Madrid son los que más cobran en función de derechos de televisión, lo que hace que el resto de clubes tengan menos posibilidades de conseguir objetivos importantes, tanto nacional como internacionalmente. En cambio, en la Premier League, el reparto de ganancias en este aspecto es bastante más equitativo. Lógicamente, la participación en competiciones continentales aportan a los clubes una cantidad importante de dinero que se suele invertir en fichajes para mejorar la plantilla que ya se tiene, por lo que, aunque no mucho, este reparto de derechos en España afecta en cierta medida.



Gareth Bale (24), al Real Madrid
Muchos conciben la liga BBVA como la mejor liga del mundo, pero en el ámbito económico estamos muy lejos de otras ligas europeas. En nuestro país, clubes como el Deportivo de la Coruña, el Alcorcón y el Mirandés han estado a punto de ser descendidos a Segunda División B al tener una deuda que rondaba los 4 millones de euros. Además el Guadalajara sufrió dicho descenso administrativo y esta temporada no podrá jugar en la Segunda División, tomando el Murcia su plaza en la categoría de plata del fútbol español. Ver tantas diferencias económicas entre unos clubes y otros da mucho que pensar a los aficionados.

Ha habido fichajes durante estos últimos años cuyo precio se ha puesto en duda. Son los casos de Cristiano Ronaldo y Kaká al Real Madrid (96 y 60 millones respectivamente), Ibrahimovic y Neymar al Barcelona (80 y 57 millones) y el de Radamel Falcao por el Atlético de Madrid (en torno a 40 millones). Estando en una época de crisis como la que vivimos actualmente, que se gasten cantidades semejantes por un solo jugador parece una locura.

Este es solo un ejemplo de que siguiendo por este camino, la hegemonía del Barcelona y el Real Madrid en España no va a acabar. Solo se puede hacer una cosa para conseguir igualar las cosas en nuestra liga, y es el reparto equitativo de derechos de televisión. Únicamente de esta forma, se conseguiría una liga mas igualada dónde más de dos clubes tendrían opción a títulos, y dónde cualquier equipo fuese capaz de plantar cara al resto.

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Artículo por @j5milla

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