jueves, 5 de septiembre de 2013
Tras un verano muy movido, la plantilla del Real Madrid está ya cerrada. Muchos jugadores han salido, dejando una cantidad histórica de ganancias y otros muchos han llegado, con un gran desembolso de por medio.

La zona donde menos movimientos ha habido es la defensa. A ella ha llegado Carvajal, procedente del Bayern Leverkusen, quien reforzará el lateral derecho (zona más débil del equipo la pasada temporada). El canterano es la única incorporación, sin contar con el definitivo ascenso de Nacho, que tras las salidas de Albiol y Carvalho será el cuarto central.

En la zona de medio campo ha habido, sobre todo, varias llegadas y jugadores reubicados. Solo ha salido Essien, cuyo puesto se ha cubierto con la incorporación de Casemiro, tras ejercer la cláusula de recompra existente tras su paso por el Castilla. El brasileño se une a Khedira en la labor más “física” y es que ambos son jugadores con un perfil parecido: jugadores muy fuertes físicamente, con gran llegada al área rival y mucho recorrido. 

Rinden mejor con un medio centro posicional que le guarde las espaldas en sus subidas. En ese rol se contaba con Xabi Alonso, pero el tolosarra empieza a acusar la edad y su físico no es el de antes. Para dosificarlo ha llegado Illarramendi, jugador de características parecidas y quien será a priori su relevo a medio plazo. A ambos exjugadores de la Real Sociedad se une Modric, quien para Ancelotti es medio centro y así lo ha demostrado en las primeras jornadas de liga y durante toda la pretemporada. El croata actúa de pivote, medio centro posicional y al igual que los dos jugadores mencionados anteriormente su rol principal es la de enlazar la defensa con la media punta y delantera. Ancelotti está insistiendo en que se saque el balón jugado y ahí es necesario que uno de los medios centros sea de un marcado carácter creativo y organizador. Ese rol lo cumplen a la perfección croata y los dos españoles.




En el esquema del técnico italiano, por delante de los dos medios centros se dibuja una línea de tres jugadores. Ahí es donde más movimientos ha habido, produciéndose tres salidas (Callejón, Ozil y Kaka) y también donde más incorporaciones ha habido (Jesé, Bale e Isco). A estos tres se une Di María y Cristiano Ronaldo, formando una línea que aúna pausa y verticalidad a partes casi iguales.

Un poco contradictoria es la salida de Ozil, puesto que la intención, a priori y de primeras, del técnico italiano era cambiar, aunque no por completo, el estilo y modelo de juego de la temporada anterior. Cambiar el buscar casi descaradamente la contra ante la mayoría de equipos a tener un poco más de pausa y de control del partido, acrecentando el número de jugadores ofensivos y de toque, para realizar una mayor elaboración de las jugadas, puliendo así una de las mayores carencias del Madrid de los años anteriores: problemas ante equipos que se cerraban atrás, dando la iniciativa al conjunto blanco y tapando a alguno de sus jugadores más creativos (generalmente Xabi Alonso, quedando solo Ozil como creador de juego).

Contradictoria es, porque con su salida el único media punta de carácter organizador y creativo es Isco, ya que tanto Jesé, como Bale o incluso Di María o Ronaldo, aunque pueden jugar y rendir en esa posición, no son jugadores con ese carácter que haría que el juego fuera más fluido y rápido. El problema de mantener al alemán es que o él o Isco no serían a priori titulares, pero se tendría una mayor profundidad de banquillo con una larga y exigente temporada por delante.



En la delantera solo ha salido Higuaín, quedando Benzema como único delantero centro puro. A él se le añade Morata, aunque a priori el canterano tiene pocas posibilidades de entrar en el 11. Como alternativa al francés están Ronaldo o Bale. Ambos pueden jugar ahí aunque bajan mucho su rendimiento. Otra opción es colocar a Jesé, acostumbrado a jugar ahí y que aunque no es su mejor posición rinde muy bien.

4-2-3-1 será  a priori el esquema elegido.
Con la llegada de Bale y sobre todo la salida de Ozil el esquema parece claro. Bale actuará en el extremo derecho, aunque será habitual verlo moviéndose por todo el frente del ataque, al igual que Ronaldo que también será habitual verlo abandonar la banda para jugar más centrado. A ambos se une Isco, también polivalente y con libertad de movimientos en ataque, aunque en defensa tapa la banda izquierda.


Esquema alternativo: 4-3-3
No hay que tocar mucho con respecto al 11 anterior. Isco jugaría como interior izquierdo, Khedira en el derecho y Modric sería el pivote (hasta vuelta de Xabi). Tambien está la posibilidad de que Illarramendi actue de pivote y Modric de interior. Por delante una línea de 3 con Bale y Cristiano más fijos en la posición de extremo con Benzema por delante. Una alternativa a esto es meter a Di María en el extremo y que Bale o Ronaldo actúen como hombre más adelantado en lugar de Benzema.

 4-4-2 en defensa
En tareas defensivas, Ancelotti quiere liberar a Cristiano y el esquema se transforma en un 4-4-2. Lo único que cambia es la posición de Isco, que pasa a tapar la banda izquierda. En la derecha continua Bale y arriba se quedan un poco descolgados Benzema y Ronaldo.


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Artículo por @peinado90

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