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En Madrid, repetición de la última final europea.

El cinco inicial español formado por Ricky Rubio, Sergio Llull, José Manuel Calderón y la habitual pareja interior formada por Gasol y Claver. Por parte francesa, Heurtel, Gelabale, Batum, Lauvergne y Diaw. Francia, con calidad y fuerza física ha dominado durante los primeros minutos, aprovechando además el desacierto en el tiro por parte española. Pese a que el juego no ha sido brillante, poco a poco el marcador y el juego se han nivelado, llegando al descanso con empate a 18.

Sin embargo, han sido los teóricos reservas los que han logrado este empate, ya que Ricky, Calderón y Claver han estado muy desacertados, especialmente Ricky. Desde los últimos minutos del primer cuarto y buena parte del segundo, España ha dominado el encuentro gracias a la dirección de Sergio Rodríguez y la aportación de Rudy Fernández, sin olvidar la labor de Xavi Rey, Pablo Aguilar o San Emeterio.

El descanso ha llegado con un resultado de 34-33 a favor de España, tras un último empujón por parte francesa. Su seleccionador, Collet, ha cortado cualquier inicio de escapada española, no permitiendo ventajas superiores a cuatro puntos.

La segunda parte ha empezado como la primera, mucha intensidad física y continuas rotaciones en ambos equipos y un arreón francés con un parcial de 8-0. Pero por fin, ha aparecido la figura de Ricky, que en unos minutos estelares, ha hecho jugar al equipo y contagiado a sus compañeros con Llull y Rudy como fieles escuderos.

La lucha y la intensidad física de ambos equipo no han impedido ver diversas jugadas de alta calidad y espectacularidad como la bandeja final de Rudy. El cuarto ha finalizado con un marcador ajustado de 61-59 favorable a España. El último cuarto ha seguido la misma línea que los anteriores, pero la figura de Sergio Rodríguez, nuevamente como frente a Macedonia, tanto en dirección como en acierto en el tiro, ha abierto una brecha que ya ha sido insuperable para la selección gala, pese a los intentos de de Gelabale, Heurtel, De Colo o Batum, máximo anotador del partido.

España ha superado con nota este enfrentamiento ante un rival directo por el título, si bien el juego no ha sido tan espectacular ni compacto como en los anteriores partidos disputados. También, debe considerarse que Francia ha reservado a su estrella, Toni Parker. La defensa es primordial en el basket actual y España sabe hacerla intensa, tanto al hombre como en zona. Pero hoy, Francia, mucho más fuerte en la zona (39 rebotes frente a 30 de España) ha señalado una debilidad que puede ser explotada por rivales de potencial físico elevado. El partido del próximo lunes en Montpellier podrá reflejar hasta qué punto esta debilidad puede ser significativa.

Pese a sus bajas, Francia cuenta con una gran selección con mucho potencial físico y con una calidad individual increíble como Batum o el ausente Parker. Junto al citado Batum, el veterano Gelabale, De Colo o el joven Heurtel han mantenido un buen nivel sin olvidar a Diaw, poco inspirado hoy en el tiro, con una sola canasta en juego. Por España, hoy Marc Gasol no ha sido tan determinante, pero en cambio ha destacado de nuevo un gran Sergio Rodríguez, acompañado de un conjunto muy entonado y en el que los teóricos suplentes han rayado a gran altura, con cinco jugadores en dobles dígitos. 

En cuanto a la dirección técnica, se mantienen las defensas alternativas y la intensidad en el juego. Cabe reseñar el reparto de minutos entre todos los jugadores (excepto Mumbrú –por debajo de 10 minutos- y Germán Gabriel que no ha disputado un solo minuto.

El lurnes, desde Montpellier y a domicilio, la revancha para la selección gala.

Artículo por @EnriqueFuertes