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El enésimo error de la directiva del FC Barcelona ha acabado con Thiago Alcántara fuera del equipo. El hijo de Mazinho ha aprovechado una metedura de pata a la hora de redactar su contrato para emprender rumbo a Múnich. Thiago abandona el Barcelona al tercer verano desde que forma parte del primer equipo y lo hace debido a los escasos minutos que se le confiaban. En una plantilla en la que el centro del campo está poblado por vacas sagradas de estatus inamovible, Thiago debía conformarse con los “minutos basura”, y tras confirmarse en el pasado Europeo Sub21 que su techo aún queda lejos, ha decidido abandonar la disciplina culé para recaer en los brazos de quien le hizo debutar con el equipo blaugrana.

Pep Guardiola ya cuenta con uno de los suyos. Se lo han puesto a huevo. En Barcelona nunca mostró interés por que Thiago se quedara y se resignaron a buscar a quien más pagara por la perla. El mayor de los Alcántara quería salir, pues su Europeo le postuló como candidato a Brasil 2014 y en Barcelona aún le quedaban muchos peldaños por escalar. Su fútbol es extenso, lo sabe y conoce de primera mano que ante el desvanecer futbolístico que sufre España, la sabia nueva será la tónica que se busque para el próximo Mundial. Para ello debía salir, ser importante era necesario.

Se dio casi por hecho que su destino era Manchester. Los de David Moyes buscan reforzar su zona de creación y el negocio era óptimo para todas las partes (exceptuando el FC Barcelona). La relación calidad-precio de Thiago lo hacía un fichaje exquisito. El puesto estaba reservado y parecía ser el exblaugrana su nuevo dueño. Los minutos, al menos a priori, estaban asegurados, pues en Old Trafford no hay nadie que cumpla con sus características. Aun así, en las negociaciones el Mundial volvió a tener un peso importante, y tras no asegurar Moyes los minutos que pedía el jugador, las posturas se alejaron.

Apareció entonces Pep Guardiola para ser la luz en el futuro de Thiago. No estaba previsto, ni siquiera era necesario, pero hablamos de Thiago Alcántara y el entrenador es Guardiola. Poco hizo falta para acercar posturas y ayer se confirmó lo que desde hace unos días era un secreto a voces. Thiago había elegido Bayern y Múnich era su destino. Previo pago de 20 millones y un amistoso, claro. Tras las últimas salidas las arcas culés deben estar repletas.

La idea inicial, golpe de vista previo a las plantillas de United y Bayern, es que Thiago se equivoca, pues en Múnich tendrá que ganarse los minutos en una plantilla muy equilibrada ya antes de su llegada. La competencia es tota y de empezar desde el banquillo solo le libra Guardiola. Ahora explicaremos por qué. En el Manchester United tenía un puesto asegurado, un lugar en el campo donde la competencia es escasa y la manija del equipo estaba reservada a su nombre. Siempre a priori, pues lo que ocurra una vez arranque la temporada es un misterio.

Aunque su sitio siempre debió estar en Barcelona, Thiago Alcántara elige Múnich, Bayern, Guardiola, un triplete como antecedente y en el horizonte dos Supercopas y un Mundial de Clubes. Jugará en Alemania y lo hará a los mandos de quien le hiciera debutar en primera división. Thiago un pupilo de Guardiola, Pep un enamorado de Thiago. Al técnico catalán no solo el pasado le unía con Barcelona, también un sentimiento y era esto lo que hacía pensar que Pep no “pescaría” en su exequipo, pero las circunstancias han permitido lo contrario.

La confianza que le asegura Guardiola, unida a la seguridad que Thiago tiene en su fútbol han sido los determinantes de su elección. Está seguro de sí mismo. El 4-3-3 que Guardiola instaurará abre a Thiago un hueco en el interior. EL triángulo, formado por Javi Martínez, Schweinsteiger y Kroos antes de su llegada cuenta ahora con una variante más. El juego interior de Thiago escaseaba pues tan solo Kroos cuenta con esa capacidad asociativa. Y ahora hay cuatro jugadores para tres puestos. Sumado esto a la capacidad de Javitxu para actuar como central, hace que muchos ya le vean formando pareja con Dante en el centro de la zaga. Aún así y debido a la lesión que padece Bastian, el ex del Athletic aparecerá en el medio y quizá ya nadie pueda moverle, pues su labor es inconmensurable.

Siguiendo con Thiago y contando con que Guardiola reste verticalidad para apostar por la posesión, aparece el hispanobrasileño en el interior para sumar en el juego asociativo y, además, ser capaz de decidir en las inmediaciones del área. Thiago es ese interior capaz de sumar en la posesión y, a pesar de que su figura no era fundamental, suma y sigue sumando a un equipo que tocó techo el pasado año y que Guariola pretende mejorar. Un valor añadido a unas victorias que se dan ya por supuestas es lo que esperamos, y es aquí donde aparece Thiago para, tras su marcha a Alemania, demostrar al FC Barcelona que no apostar por él fue un error.

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Artículo por @martinisssss