lunes, 1 de julio de 2013
Vamos por partes.
Brasil ganó porque fue mejor. Pero se impuso a España y a su estilo. Eso es mérito nada más que de Scolari y las dos piezas claves de la final: Luiz Gustavo y Paulinho, secando a Iniesta y Xavi para que no conectasen entre ellos.
Una vez reconocido ese mérito, Del Bosque se equivocó para mi gusto no apostando por el doble pivote y sacando de inicio a Mata en banda izquierda, lejos de su mejor sitio que ya es mediapunta gracias al Chelsea. De hecho, una de las pocas veces que Mata bajó a recibir al medio encontró a Torres y este asistió a Pedro en la famosa jugada que sacó David Luiz bajo palos.
Ese movimiento hacia Pedro fue quizá lo mejor de Torres en todo el partido. Seamos honestos: hacerle 4 goles a Tahití no es de haber mejorado. El mejor Torres hace mucho que se perdió, debemos asumirlo.
También debemos asumir que hay jugadores -llámese Arbeloa- que no dan la talla. La crítica es buena si es constructiva y sin faltar al respeto. Desgraciadamente, twitter no entiende de esto y el fanatismo hizo que tuviera que hacer ronda de blocks tras el partido.
Arbeloa, como el propio Torres, no son jugadores a mi parecer para una selección española de fútbol. Este grupo de jugadores merecen respeto por todo lo conseguido, de acuerdo, pero también toca reflexión y asumir que hay que dejar paso a gente mejor o más joven.
Muchos fuisteis los que mencionasteis a Carvajal, Montoya, Isco y Thiago. Una generación que todos damos por hecho será el futuro de La Roja.
No se trata de un fin de ciclo, sino de una serie de cambios tras esta dura derrota y sobretodo aprender de los errores. Xavi, sin ir más lejos, tiene una edad en la que ya hay que pensar dosificarle. Esto no quita que sea un fuera de serie, pero fijaos en el caso de Puyol. A eso me refiero, quienes querais entenderlo.
Uruguay-Italia. Horrible Forlán, excesivamente individualista terminando las jugadas. Fueron muchos los que estuvieron de acuerdo en esto, especialmente los uruguayos que me leiais.
Todos conocemos ya a esta selección y sus limitaciones, pero si a ello le unes que cada ocasión debía terminarla Forlán sí o sí, la cosa se complicaba. Se nos olvida que esto es un deporte de equipo.
Antaño tiraba muy bien, pero hablando desde la objetividad, Forlán hace tiempo que ya no es el del Atlético. De hecho, en el Inter se estrelló y ahí ya estaba comenzando su cuesta abajo particular.
Cavani volvió a ser el mejor de los suyos y compartió protagonismo con Diamanti. Una delicia sus golpeos de balón y movimientos entre líneas buscando el pase.
Huracán Valencia. Admirable. Con menos de 5 años existiendo, le disputó el ascenso a un histórico como en Jaén en su propio campo.
Pude ver el 2º tiempo entero y os aseguro que el partido es de esos que crean afición al fútbol. Con uno menos incluso, el Jaén sacó bajo palos el que podría haber sido gol del ascenso de ellos.
Weiss. Segundo punta o extremo, vivió sus mejores días en el City, aunque nunca terminó de cuajar en la Premier y pasó por varias cesiones, siendo en el Espanyol donde mejor rindió.
El descenso del Pescara a la Serie B le abrió las puertas para salir. Ficha por el Olympiacos de Michel.
Spahic. Central polivalente, puede jugar también de lateral derecho. Fue un fijo en el Sánchez Pizjuán hasta que apareció el Anzhi solicitando su cesión por media temporada.
A su regreso a España, el Bayer Leverkusen se lo llevó para ser de nuevo compañero de Palop. Firma hasta 2015.
Marko Marin. Movimiento de mercado que nadie esperaba. Extremo derecho, aunque puede jugar por ambas bandas y de mediapunta. Rapídisimo y con desborde. Acierto de incorporación del Sevilla en calidad de cedido para tapar el vacío que dejó la marcha de Jesús Navas al City. Salen ganando todos, pues con Mou no tendrá asegurado jugar.
Belhanda. De nuevo, sorprendente compra del Dynamo Kiev tras Mbokani. Mediapunta marroquí, estrella en su selección y una de las estrellas de aquel Montpellier campeón de Ligue 1 en 2012. Deseado por Inter, Tottenham y media Europa futbolística, se decantó por este proyecto movido posiblemente por las cantidades económicas. Hasta 100 millones tenían para gastar, ojo.
Chelsea. Limpieza de plantilla, que ya tocaba. El club decidió no renovar a veteranos con pocos minutos como Turnbull, Benayoun, Malouda y Paulo Ferreira.
Algunos de ellos muy apetecibles para clubes de de menor caché. El problema es el de siempre: los altos sueldos que exigen determinados futbolistas.
Brasil ganó porque fue mejor. Pero se impuso a España y a su estilo. Eso es mérito nada más que de Scolari y las dos piezas claves de la final: Luiz Gustavo y Paulinho, secando a Iniesta y Xavi para que no conectasen entre ellos.
Una vez reconocido ese mérito, Del Bosque se equivocó para mi gusto no apostando por el doble pivote y sacando de inicio a Mata en banda izquierda, lejos de su mejor sitio que ya es mediapunta gracias al Chelsea. De hecho, una de las pocas veces que Mata bajó a recibir al medio encontró a Torres y este asistió a Pedro en la famosa jugada que sacó David Luiz bajo palos.
Ese movimiento hacia Pedro fue quizá lo mejor de Torres en todo el partido. Seamos honestos: hacerle 4 goles a Tahití no es de haber mejorado. El mejor Torres hace mucho que se perdió, debemos asumirlo.
También debemos asumir que hay jugadores -llámese Arbeloa- que no dan la talla. La crítica es buena si es constructiva y sin faltar al respeto. Desgraciadamente, twitter no entiende de esto y el fanatismo hizo que tuviera que hacer ronda de blocks tras el partido.
Arbeloa, como el propio Torres, no son jugadores a mi parecer para una selección española de fútbol. Este grupo de jugadores merecen respeto por todo lo conseguido, de acuerdo, pero también toca reflexión y asumir que hay que dejar paso a gente mejor o más joven.
Muchos fuisteis los que mencionasteis a Carvajal, Montoya, Isco y Thiago. Una generación que todos damos por hecho será el futuro de La Roja.
No se trata de un fin de ciclo, sino de una serie de cambios tras esta dura derrota y sobretodo aprender de los errores. Xavi, sin ir más lejos, tiene una edad en la que ya hay que pensar dosificarle. Esto no quita que sea un fuera de serie, pero fijaos en el caso de Puyol. A eso me refiero, quienes querais entenderlo.
Uruguay-Italia. Horrible Forlán, excesivamente individualista terminando las jugadas. Fueron muchos los que estuvieron de acuerdo en esto, especialmente los uruguayos que me leiais.
Todos conocemos ya a esta selección y sus limitaciones, pero si a ello le unes que cada ocasión debía terminarla Forlán sí o sí, la cosa se complicaba. Se nos olvida que esto es un deporte de equipo.
Antaño tiraba muy bien, pero hablando desde la objetividad, Forlán hace tiempo que ya no es el del Atlético. De hecho, en el Inter se estrelló y ahí ya estaba comenzando su cuesta abajo particular.
Cavani volvió a ser el mejor de los suyos y compartió protagonismo con Diamanti. Una delicia sus golpeos de balón y movimientos entre líneas buscando el pase.
Huracán Valencia. Admirable. Con menos de 5 años existiendo, le disputó el ascenso a un histórico como en Jaén en su propio campo.
Pude ver el 2º tiempo entero y os aseguro que el partido es de esos que crean afición al fútbol. Con uno menos incluso, el Jaén sacó bajo palos el que podría haber sido gol del ascenso de ellos.
Weiss. Segundo punta o extremo, vivió sus mejores días en el City, aunque nunca terminó de cuajar en la Premier y pasó por varias cesiones, siendo en el Espanyol donde mejor rindió.
El descenso del Pescara a la Serie B le abrió las puertas para salir. Ficha por el Olympiacos de Michel.
Spahic. Central polivalente, puede jugar también de lateral derecho. Fue un fijo en el Sánchez Pizjuán hasta que apareció el Anzhi solicitando su cesión por media temporada.
A su regreso a España, el Bayer Leverkusen se lo llevó para ser de nuevo compañero de Palop. Firma hasta 2015.
Marko Marin. Movimiento de mercado que nadie esperaba. Extremo derecho, aunque puede jugar por ambas bandas y de mediapunta. Rapídisimo y con desborde. Acierto de incorporación del Sevilla en calidad de cedido para tapar el vacío que dejó la marcha de Jesús Navas al City. Salen ganando todos, pues con Mou no tendrá asegurado jugar.
Belhanda. De nuevo, sorprendente compra del Dynamo Kiev tras Mbokani. Mediapunta marroquí, estrella en su selección y una de las estrellas de aquel Montpellier campeón de Ligue 1 en 2012. Deseado por Inter, Tottenham y media Europa futbolística, se decantó por este proyecto movido posiblemente por las cantidades económicas. Hasta 100 millones tenían para gastar, ojo.
Chelsea. Limpieza de plantilla, que ya tocaba. El club decidió no renovar a veteranos con pocos minutos como Turnbull, Benayoun, Malouda y Paulo Ferreira.
Algunos de ellos muy apetecibles para clubes de de menor caché. El problema es el de siempre: los altos sueldos que exigen determinados futbolistas.
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