viernes, 19 de abril de 2013

Jürgen Klopp es uno de los nombres del momento en el fútbol mundial. Para muchos un genio, sencillo y directo, para otros un maleducado e irrespetuoso que solo ha aprovechado un buen equipo. Una de esas personas que nunca dejan indiferente a nadie.

Jürgen Klopp (45) de jugador
Nacido en Stuttgart en 1967, desarrolló gran parte de su carrera de futbolista en el Mainz, jugando con ellos más de 300 partidos, siendo su posición original delantero. Tras retirarse como jugador profesional tomó las riendas del Mainz con 34 años. Allí consiguió ascender al equipo a la Bundesliga por primera vez, y no solo eso, consiguió el hito de llevarlo a la UEFA. En 2007 el equipo bajó a segunda división, pero Klopp siguió al cargo un año más. Tras esto cogió a un Borussia de Dörtmund que llevaba unos malos años, llegando a estar al borde de la desaparición. Poco a poco fue subiendo posiciones. Klopp todos los años llevó a este equipo a Europa. Culminando con el título en la temporada 2010- 2011, repitiéndolo en la siguiente temporada.




En su filosofía futbolística coincide mucho con Guardiola. Da prioridad a los futbolistas de la casa y le gusta que su equipo toque. Así, con él han debutado gran cantidad de jugadores canteranos del Borussia con el equipo (Götze sin ir más lejos) que ahora son las estrellas del equipo. En su ejecución sin embargo recuerda más a ‘Mou’. Juego más vertical y con un claro objetivo: Llegar a la portería en el menor tiempo posible. Además usa el 4-2-3-1 típico del técnico de Setúbal con extremos rápidos y un mediapunta que es el encargado de mover el balón.

Jürgen Klopp (45) celebrando un gol
Dejándonos de datos, pasemos de la persona. Él en el Borussia es uno más. Quizás sea la clave para que el equipo funcione tan bien. Le gusta hablar con los jugadores y ganarse su confianza, es una persona natural. Klopp es Klopp y nada más. Ha recibido varias quejas por su comportamiento en los banquillos, donde salta y grita como si se tratase de un aficionado más. En estos tiempos en los que cualquier persona que se salga del guión es criticada, el técnico alemán pone fáciles las críticas. El ya dijo que le es imposible controlar su temperamento y que iba a seguir igual a pesar de los malos comentarios.


Jürgen Klopp (45)
Siempre acompañado de una gorra, este técnico ha revolucionado la Bundesliga estos años y amenaza con seguir haciéndolo. Quién le conoce dice que su personalidad es hipnótica y que tiene una gran capacidad para ganarse a las personas. En Alemania es un fenómeno social, cosa que él mismo favorece ya que es cercano y le gusta estar en contacto con la gente, hasta el punto de que la propia canciller alemana Angela Merkel ha dicho que quiere que su Alemania sea tan joven y arriesgada como el Borussia.

Muchos esperan que con la marcha de Guardiola al Bayern se extrapole la disputa Pep- Mou a Alemania. El duelo entre estos dos equipos y personalidades puede ser épico, pero seguramente el de Sampedor lo tenga más difícil que en España, no deportivamente (donde el Bayern lo tendrá aparentemente más fácil ya que incluso va a comprar jugadores del Borussia) sino socialmente, parte fundamental en la lucha que tuvo con el portugués. A parte de que allí el entrenador extranjero es él, Klopp es un entrenador con tan carisma como él. A su modo Klopp también es un ‘filósofo’, solo que este dice todo lo que piensa. También ha mostrado su cara más agria cuando él ha considerado que los árbitros han sido injustos con su equipo y ya ha sido sancionado alguna vez por sus declaraciones.


Jürgen Klopp (45) es un gran aficionado a la cerveza
Para la prensa, uno de los mayores pecados es decir todo lo que se piensa. Es mejor alguien que se calle las cosas y les deje hacer las cosas como ellos quieran, creando alrededor de esta gente una imagen de templanza y saberestar cuando muchas veces solo es que reprimen lo que piensan. Klopp se sale totalmente de esto. A veces si es cierto que podría tener más tacto, ya que una vez reconoció no conocer al equipo rival, que aunque se puede considerar como un acto de sinceridad, puede ser considerado una falta de respeto.

Querido y odiado. Sencillo. Directo. Puede que caiga mal o bien, pero se va a hablar de él. Quién sabe si algún día le veremos por España. Por ahora el Real Madrid se ha interesado en él pero está claro que la próxima temporada no estará por aquí. A Klopp le espera la semana que viene otro reto: llevar al Borussia a su segunda final de Champions. Enfrente tendrá a un Real Madrid al que ya ganó en la fase de grupos. ¿Nos dejará algún titular?


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