jueves, 11 de abril de 2013

El fútbol vive una época de lo “políticamente correcto”. La humildat y los valors. El señorío. El Fair Play. El “no hay rival pequeño” o “son un equipo muy fuerte”. El “tienen grandes jugadores”. Prácticamente todos los jugadores, entrenadores, directivos, etc. repiten las mismas frases una y otra vez a cualquier pregunta que sea ligeramente comprometida. Por su puesto que es lo correcto, que es educación, formas, y que en un deporte con la trascendencia social del fútbol debes tener mucho cuidado con lo que dices.
Pero de vez en cuando sale gente que dice lo que piensa. Gustará más o menos. Será una verdad categórica o una afirmación cuanto menos cuestionable. Pero es lo que uno cree, sin filtros y sin tapujos. Es el caso de Mourinho, Jurgen Klopp, Ferguson, Ibrahimovic, Cristiano Ronaldo, Maradona… Y el que nos ocupa ahora, el fenómeno mediático (y no precisamente en el césped) Joey Barton.


Joey Barton (30)
Barton es un centrocampista inglés que juega en el Olympique de Marsella. 30 años. Ha llegado a internacional con Inglaterra. Militó en el Manchester City, Newcastle y QPR antes de en el equipo francés. Empezó su carrera jugando como pivote defensivo. Buen recuperador, potente físicamente, gran capacidad de sacrificio defensivo. Más que competente a la hora de aguantar con el balón. Muy brusco en el juego, un “tipo duro”. Posteriormente fue evolucionando y adelantó metros, reciclándose a facetas más creativas del juego. Ha demostrado buenas habilidades en la distribución del balón, repartiendo asistencias y llegando con peligro a portería desde segunda línea.
En resumen, Barton es un jugador bastante competente para un equipo de nivel Europa League. No va a cambiar el mundo del fútbol. No pasará a la historia del deporte. Con 30 años ya ha llegado a donde iba en esto y no esperamos una sorprendente progresión. Entonces, ¿por qué hablamos de Joey Barton?

Si algo ha sido Barton toda su vida es el “bad boy” por antonomasia del fútbol. Cuando Balotelli estaba en categorías inferiores, Joey Barton ya iba “haciendo amigos” por donde pasaba.
En su primera temporada en el Newcastle empezó fuerte: dos meses de sanción. No, no le dejaron sin jugar por una acción antideportiva en el campo. Que va. Eso es para aficionados como Pepe, David Navarro o Dani Benítez. Barton no tuvo nada mejor que hacer que discutir con un joven a la salida de un restaurante. Una discusión que acabó con Barton pegándole una paliza al chaval y con el centrocampista inglés condenado a 2 meses de cárcel.
Muchos otros jugadores hubiesen aprovechado esos dos meses para reflexionar, replantearse su situación y centrarse en el fútbol. Eso es para “filósofos”, no para Barton. Nuestro amigo Joey nada más volver siguió metiéndose en problemas: alcoholismo, fiestas, peleas con rivales, con compañeros, con el entrenador… La gota que colmó el vaso fue la disputa con Agbonlahor, jugador negro del Aston Villa, contra el que profirió insultos racistas.

Esto es solo una pequeña introducción. ¿Qué más podemos encontrar en el historial de Joey? La lista es
Barton: celebración fascista
larga: quemarle el ojo a un jugador juvenil del City con un cigarro, romperle la pierna a un hombre de 35 años al atropellarle con su coche por el centro de Liverpool, pegarle una bofetada a un aficionado adolescente del City y morder en el dedo a un compañero de equipo que intentaba separarles, celebrar un gol frente al Everton tirándole los pantalones al banquillo rival, fue criticado por toda la Selección de Inglaterra por publicar relatos autobiográficos de los mismos tras el Mundial de 2006, arrestado por actos de vandalismo contra un taxi que se negó a esperarle a la salida de un McDonald’s, celebración de un gol con saludo nazi, pegar un puñetazo en el ojo a Dabo (compañero suyo de equipo en el City, que tuvo que ser ingresado en el hospital), ser expulsado en su primer partido tras recuperarse de una larga lesión…

Ahora en el Olympique de Marsella el bueno de Joey ha encontrado la “paz espiritual” y sentado la cabeza. Bueno, no del todo, pero es lo más parecido a la normalidad que podemos ver a un comportamiento decente. Entre sus últimos incidentes, solo altercados menores: decir que Beckham es uno de los jugadores más sucios contra los que se ha enfrentado, reirse de la nariz de Ibra (broma que ha dado para toda una línea de camisetas que ya se están comercializando) y unas cuantas declaraciones polémicas y controvertidas por las redes sociales. No controvertidas del tipo “quiero hundir al Deportivo en Segunda” estilo Iago Aspas. Eso es para novatos, ese es el tipo de declaraciones que hace Barton cuando va a la Iglesia. No, las declaraciones a las que nos referimos nosotros son otra cosa.

Entre sus últimas perlas: “Neymar es el Justin Beaber del fútbol: estrella en los videos de Youtube, pis de gato en la realidad.” “¿Es un hombre hormonándose para ser mujer o una mujer hormonándose para ser hombre? Parece un transexual” (sobre Thiago Silva) Reseñar que el PSG no es ni mucho menos ajeno a estas manifestaciones del internacional inglés en las redes sociales y ya prepara emprender acciones legales contra el mediocentro.
Pero la joya de la corona la ha puesto con la reciente muerte de la Dama de Hierro Margaret Thatcher, que gobernó autoritariamente en los 80 en Inglaterra. Sobre ella dijo lo siguiente: “Ha muerto Margaret Thatcher. Si existe el cielo, esa bruja no estará en él”.

Evidentemente el comportamiento de Barton no deja indiferente a nadie y está siempre en el ojo del huracán.
Pocos jugadores pueden presumir de tener casi 2,5 millones de followers en Twitter sin ser ni mucho menos una estrella. Unos ven en él a un tío pasado de vueltas y que no tiene ningún problema en decir lo que piensa. Muchos futbolistas lo ven como un jugador frustrado, que quiere conseguir la notoriedad que no se ha ganado en el campo a través de la polémica. Para otros es “el rebelde sin causa” del fútbol moderno, con toda la mística que eso conlleva.

En mi opinión, es un poco de todo. No apruebo su comportamiento ni mucho menos. Es un jugador que jamás querría en mi equipo. Pero su personalidad y carácter hacen que se le tenga un cierto aprecio. ¿Qué no quita para que sea un impresentable? Por su puesto que no. Pero siempre es disfrutable encontrase con “personajes solo para adultos” en el fútbol. No todos pueden ser ejemplos. Algunos tienen que ser los malos para que los buenos sean aún más buenos. Ese es Joey Barton. Juzguen ustedes. Lo amarán o lo odiarán. Pero hablarán de él, eso seguro.

Espero que os haya gustado el artículo, para más sobre nosotros podeis seguirnos en nuestra cuenta de Twitter @falso9blog.

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