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Gareth Bale (23) celebra un gol

La incorporación de Gareth Bale al Real Madrid tiene toda la pinta de convertirse en uno de los culebrones del próximo verano. El galés tiene ahora 23 años, con lo que su posible llegada sería muy bien vista para afición y club, tanto por su rendimiento de cara al futuro, como por sus características.

El, actualmente, extremo izquierdo del Tottenham ya ha insinuado varias veces su deseo de fichar por el club blanco. En ocasiones, incluso, ha sido su ex compañero Luka Modric quien ha valorado como muy positiva su posible llegada. Pero, ¿Por qué el fichaje de Bale?¿Por qué esa obsesión por ficharle?

Una de las razones es, como hemos dicho antes, su edad. Al tener 23 años podría ser una apuesta para el futuro muy buena. Su capacidad de mejora comprende un margen muy amplio a día de hoy. Pero no solo porque le queda mucho por ofrecer, sino porque su llegada al R.Madrid significaría compartir vestuario con los mejores jugadores del mundo, a diferencia de ahora, que juega en un equipo en el que la estrella es él, desde el respeto. Convivir con los mejores le ayudaría a aprender y a ser uno más, y no el más.

Otra de las razones más importantes, si no la más importante, es la de su juego, perfecto para el estilo del Madrid. Velocidad, perfecto para el contraataque, para la verticalidad, el juego directo. En resumen, a lo que juega el Real Madrid. Gol, como alternativa a los goles de Cristiano, Benzema o Higuaín. Golpeo, como recurso en partidos atascados. Regate, para meter otra marcha al equipo. Actitud, para revivir la ambición que el año pasado caracterizaba a los merengues. Y, finalmente, polivalencia, la que tanto le gusta a Mourinho, por si no está Marcelo, para ocupar el lateral, o por si no está Di María, para ocupar la posición de extremo

Pero no acaba aquí la cosa. Otro de los factores que ayudaría muy positivamente al equipo es la competencia. Viendo que esta temporada, en concreto, Di María ha estado desaparecido, prácticamente, Callejón ha tenido más protagonismo, pero no ha logrado convencer ni a Mou ni al madridismo, porque, a pesar de su gran actitud y ganas, le falta chispa, algo más. Precisamente, la chispa es algo que caracteriza al galés. Eso ayudaría no solo a que Di María mejorara en su rendimiento, sino también abriría un pulso intenso muy bonito entre los dos jugadores, cosa que aseguraría un aspecto que el Madrid no ha podido combatir este año, el de la regularidad.

No obstante, Bale no serviría solamente para redefinir los aspectos que caracterizan al Madrid, sino también para aportar más. El año pasado el equipo realizó una temporada casi perfecta, casi porque de no ser por la mala suerte que tuvo en las eliminatorias más difíciles, frente a Barcelona y Bayern, de Copa del Rey y Champions League, respectivamente, podríamos estar hablando de una temporada histórica, si no lo era ya. El equipo llegó tan alto, sobre todo en liga, en que batió récords de puro escándalo, que perdió toda la ambición para la que está siendo la presente liga y la temporada, en la cual ha necesitado 6 meses para reaccionar.

El madridismo siempre quiere más, aunque se marquen 120 goles y se obtengan 100 puntos, el Bernabéu quiere ver ganar siempre a su equipo, siempre que se pueda. Para ello necesita jugadores que tengan ese mismo espíritu, que se hagan valer de ambición, de constancia y regularidad, de querer ganar siempre.

Sincera y honestamente, no se me ocurren aspectos negativos o desventajas que puedan conllevar la llegada de Bale, no porque sea una debilidad mía, que también, sino porque él es puro reflejo del juego madridista. Es decir, el Madrid juega para el contraataque y Bale es velocidad, dos aspectos que van siempre de la mano, el Madrid es juego directo y Bale se adapta más que nadie a ese juego, el Madrid es gol y Bale lo tiene, el Madrid es carácter y Bale es lucha, el Madrid es verticalidad y Bale es una flecha… ¿Para qué seguir más? Bale es el blanco perfecto.

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Artículo de @XescRipoll