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La media punta ha sido siempre, por ley y por historia, una de las posiciones más bonitas del mundo. Es en ella donde se concentra el mayor talento de los equipos que lo utilizan. Es la posición que engancha entre el centro del campo y la delantera, donde se produce el último pase. 

Bien, ambos conjuntos, tanto Málaga como Borussia, llevan unos cuantos años adaptando su estilo de juego dependiendo del media punta. Y ¿quién no lo haría teniendo a jugadores como Isco y Götze?

Es cierto que, desde que Mou triunfó con el esquema del 4-5-1, en la que se empezó a dar más responsabilidad a la figura del enganche, se puso de moda tal forma de juego, pero también lo es que sin el “invento” del luso probablemente estaríamos hablando de media punta para referirnos a ambos jugadores, porque a pesar de tener tanta calidad, no han nacido para jugar de pivotes, sino de eso. En resumen, esa posición es perfecta para ellos.

Sin quitar méritos al resto del equipo, mucha gente estará de acuerdo en que, sin ellos, seguramente, ambos equipos no jugarían tan bien. No porque el resto sea más limitado, o no den la talla, simplemente porque estos dos son, técnicamente, de otro planeta.

Empecemos por el español. Isco fue una de esas perlas que se dejan escapar, pero que por bien del espectador, acaban teniendo una segunda oportunidad. Decimos esto porque su anterior club, el Valencia, apenas le dio oportunidades y las pocas que le dio fueron para jugar 15 minutos y sacar conclusiones típicas de un jugador que juega 15 minutos. Esas conclusiones las calificamos como un “estuvo desaparecido”, “no intervino demasiado”, etc.

Entonces lo más normal es que el jugador se desespere. La suerte que tuvo el malagueño fue que el equipo de su corazón vio la luz con la llegada del jeque, que le brindó una bendita oportunidad. Digo bendita porque cualquier persona a la que le guste este deporte dará las gracias por verlo jugar. Así pues, el Málaga le regaló esas oportunidades que el Valencia no le quiso dar, y las aprovechó de qué manera. Un año le bastó para que media Europa andara detrás de él, y medio más para que Del Bosque le encontrase un huequecito en la selección.

En cuanto a sus características, Isco es un jugador exquisito, del  selecto club de esos jugadores elegantes y finos que hacen bailar al equipo a su ritmo, como lo son Özil, Silva, Mata, Pirlo… Reúne visión, golpeo, llegada, velocidad, agilidad, regate y muchísimo más. 

Si está como últimamente, es muy posible que el Málaga pueda hacer daño al equipo alemán, pero no bastará con él. El Dortmund es un equipo muy completo, tanto ofensiva como defensivamente, que van a tener que tocarle mucho los puntos débiles para vencerlo, de ahí que se requiera un Isco inspiradísimo, capaz de ver aquellos pases que nadie ve e intentar aprovechar alguna que otra contra, porque, salvo sorpresa, lo normal sería que el Dortmund llevara el peso del partido, aunque no de forma clarísima. Por eso el Málaga necesita inventar, para descolocarlos.

En cuanto al otro genio, Mario Götze, este no tiene ningún problema en llevar las riendas del equipo. En mi opinión, es más descarado y atrevido que Isco, y eso es mucho decir. El Dortmund es un equipo que juega de fábula, porque tiene un centro del campo que juega mucho, eso es un factor que ayuda a Götze. Pero aparte, funciona de maravilla en las contras, tiene dos bandas rápidas y técnicas y un delantero que las caza todas. Eso también facilita el trabajo.

Pero si algo caracteriza a Götze es su capacidad por llegar al área rival de forma constante. Es rapidísimo. Pero como Isco, también entra en el selecto club de magos, es una delicia verle jugar, enamora. El duelo entre clubes promete, pero este duelo individual es la guinda al pastel. No porque sean simplemente megacracks, sino porque sus características son tan similares que el que gane se puede ganar un futuro más prometedor aún. Ganar significa llegar a la semifinal de la máxima competición europea, y erigirse entre los 44 mejores jugadores del continente.

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Artículo por @XescRipoll