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El martes, tras la eliminación en la semifinal de Champions, Mourinho prácticamente confirmó lo que la mayoría pensábamos: el técnico de Setúbal abandonará el banquillo blanco al finalizar la presente temporada. Con esto se abre una nueva etapa en el Madrid y se cierran tres años de claroscuros. ¿Cómo han sido estos tres años de Mourinho en el Madrid?

Mourinho llegó al Madrid como un técnico ganador: recién logrado el triplete con el Inter de Milan,

J.Mourinho (50)

habiendo eliminado al todopoderoso Barça de Guardiola por aquel entonces. Por contra, el Madrid venía de hacer el ridículo en Copa (Alcorconazo), el ridículo en Champions (enésima vez que no pasaba de octavos contra un Lyon lejos de su mejor versión) y perdiendo la Liga contra el Barça. Pese a todo, Florentino había diseñado un equipo para ganar títulos y Mourinho tenía mimbres para hacer un buen papel.

Su primera temporada en el Madrid supuso (le pese a quien le pese) uno de los mejores años del Madrid desde hacía varios años: perdió la Liga, sí. Pero llegó a semifinales de Champions (superado así el infranqueable muro de los octavos) y se impuso al Barça en la final de Copa. El Barça seguía estando por encima del Madrid, no lo dudaba nadie. Pero de momento el Madrid ya le había levantado un título y parecía que los días de ser pasado por encima por el eterno rival estaban llegando a su fin.

Su segunda temporada, más de lo mismo: el Madrid fue capaz de imponerse al Barça en Liga, quemando todos los registros del campeonato doméstico. También firmó por segundo año unas semifinales de Champions, más dolorosas que nunca tras ser eliminados por el Bayern Münich en la tanda de penaltis. La temporada sirvió para confirmar que lo del año pasado no fue casualidad y que el Madrid se estaba consolidando como un equipo a tener en cuenta en Europa, más allá de ser un equipo de figuras.

Esta última temporada quizá este siendo la más decepcionante de todas: el Madrid tiró la Liga en las primeras jornadas (aún esta peleando para lograr el subcampeonato). Llegó a semifinales de Champions, pero el humillante partido de ida (4-1 a favor del Borussia) puso casi imposible la remontada, a pesar de que se rozó en los últimos minutos. Por el lado positivo, el Madrid se impuso al Barça en la Supercopa de España (con remontada incluída) y está en la final de la Copa del Rey. Esta vez fue el conjunto blanco el que ha dominado al Barça en los enfrentamientos individuales, confirmando que las cosas entre ellos cada vez se ponen más igualadas.

Todo esto ha sido la parte deportiva. En ese sentido parece que se ha instaurado una especie de “calma”, con un Madrid que saca algún título todas las temporadas y que pelea de tu a tu con el eterno rival y con los grandes de Europa. Pero esa tranquilidad deportiva no se ha visto reflejada institucionalmente. Y es que Mourinho siempre ha estado rodeado de polémica.

Polémicos enfrentamientos dialécticos con Guardiola, enfrentamiento continuo con la prensa, enfrentamiento con figuras del organigrama del club (Valdano tuvo que abandonar la Casa Blanca), enfrentamiento con pesos pesados del vestuario (Ramos, Casillas…), el famoso “topo”, su ausencia en actos institucionales, el famoso “dedo en el ojo” a Tito, las críticas a los árbitros, enfrentamiento con Toril (entrenador del filial), la famosa suplencia de Iker, sus coqueteos con otros equipos a lo largo de estos tres años…

Pero lo más importante de todo: por primera vez el madridismo ha experimentado una división. O al menos una tan clara. Y es que desde el principio el portugués ha tenido aficionados que han confiado ciegamente en él, fueran cuales fueran sus decisiones, y críticos que pedían su cabeza sin importar el éxito que llegase a conseguir. También es cierto que la prensa ha ayudado mucho. “Periodistas” como Manolo Lama han querido hacer ver que los seguidores de Mourinho eran “cuatro talibanes de la Yihad mourinhista" mientras que el grueso de la afición, “el madridismo de verdad” clamaba por la dimisión del técnico portugués. No creo ni mucho menos que haya sido así. Incluso pienso que hay más aficionados que extrañarán al entrenador de Setúbal que los que se alegran de su marcha.

No creo que Mourinho se marche a otro club porque no esté a gusto en el Real Madrid, porque tenga a la

Mourinho, ¿vuelta al Chelsea?

afición de su contra o porque extrañe la Premier. Creo que si la prensa hubiese respetado al entrenador del Madrid, este seguiría. Al menos para intentar ganar la Champions. Pero en España la misma prensa que le rie a Klopp las gracias por decir lo que piensa, no hace más que dar de palos a Mourinho por lo mismo. A veces con toda la razón del mundo, porque hay cosas que no se deberían decir. Pero la mayoría de veces, de manera injusta. Tergiversando las palabras de jugadores y técnico, haciendo quedar mal a este último. Minimizando sus méritos y resaltando sus errores.

La presión durante estos tres años ha sido demasiada y, como él mismo ha dicho, quizá sea momento de volver a un país donde sí se le ha valorado.

Seguro que más de uno pensará que Mourinho es poco menos que el anticristo, pero es añorado en el Oporto, en el Chelsea y en el Inter. Curiosamente solo criticado en España.

Ahora con su salida queda ver quien será el entrenador que ocupe el banquillo blanco. Ya escribimos un artículo sobre ello hace un tiempo y no vale la pena ponerse ahora a comentar candidatos (muy posiblemente sea Ancelotti). También seguiremos atentos del futuro de Mourinho: parece que está esperando a que el Chelsea se clasifique para la Champions para firmar por los “blues”. En caso de que estos no entrasen en la Liga de Campeones, Mourinho podría optar por un “año puente” en el PSG.

¿Qué ha dejado Mourinho al Madrid? Un estilo definido (se juega a la contra, otros años directamente a nada), al menos tres títulos (Liga, Copa, Supercopa de España y quizá otra Copa si el Madrid se impone al Atlético en la final), importancia en Europa (se acabó el ridículo de ser eliminados en octavos, en los últimos tres años se han firmado tres semifinales de Champions, todas ellas disputadas) y se ha perdido el miedo a un  Barça que hasta hace un par de años parecía varios escalones por encima del Real Madrid (en este último año, 3 victorias, 1 derrota y 2 empates)

Quizá alguno esperaba con él la Décima, el triplete, más ligas…No ha sido así, pero ni mucho menos veo que haya sido un fracaso. Solo hay que ver de donde venía el Real Madrid cuando lo cogió Mou y donde está ahora. En mi opinión, cualquier equipo que lo contrate se lleva a un excelente técnico. A ver si el Madrid encuentra a otro a su altura…

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