lunes, 10 de diciembre de 2012

Sorpresa. Estupor. Injusticia. Suerte. Esas son las palabras que seguramente te vengan a la cabeza cuando piensas en la Euro de 2004 de Grecia. Defensa. Orden. Sentimiento de equipo. Extrema competitividad. Fueron las claves de este equipo dirigido por Otto Rehhagel, un veterano entrenador que supo explotar al máximo las cualidades de esta limitada (a priori) plantilla. Actualmente entrena al Hertha de Berlín. Lo cierto es que, fuera como fuera, este equipo llegó al éxito con un equipo sin ninguna estrella (de hecho ninguno de los jugadores de esta plantilla llegó muy lejos).


Otto Rehhagel (74)
Todo empezó mal, con sendas derrotas contra España y Ucrania en la clasificación para la Eurocopa, pero después comenzó su ascenso. Ganó los otros 6 partidos de la fase de grupos, entre ellos uno contra España en Grecia por 1-0 (Giannakopoulos).

Stelios Giannakopoulos (38)
Pasó como primera de grupo (Relegando a España a la repesca), pero aún así el equipo llegaba como una de las cenicientas de la Eurocopa y se la veía como la más débil del grupo A, donde estaba Portugal, anfitriona, una de las grandes favoritas después de que el Oporto ganase la Champions y con una nueva generación liderada por Cristiano Ronaldo, España y Rusia.

El primer partido fue la antesala de la sorpresa, ya que derrotaron a Portugal por 1- 2, imponiéndose desde el primer momento y dando sensación de ser un equipo preparado para todo. El siguiente partido fue contra España, que se zanjó con un empate a 1. Después de la segunda jornada Grecia estaba situada en primer lugar y jugaba contra Rusia. Aparentemente sería fácil, pero perdieron contra Rusia. Les clasificó, de chiripa, la victoria de Portugal sobre España, por lo que pasaron como segundos por marcar más goles que España (Estaban empatados a 4 puntos y con goleaverage a 0).

Alineación Grecia
Nadie pensaría que este equipo iba a lograr lo que logró, y más viendo su rival en cuartos: Francia. La Francia de Henry, Vieira, Thuram… Muy difícil para cualquier selección. A pesar de que los galos dominaron todo el partido, Grecia resistió sin aparente dificultad y un gol de Charisteas, pichichi del equipo, en el 65. Ya entonces Grecia empezó a dar miedo. Difícil de marcar, muy madura y en la que destacaba la defensa y un mediocampo, formado por Zagorakis, Basinas, Katsuranis, Karagounis y Giannakopoulos que dominaba los partidos a su antojo.

En semis se enfrentaba contra República Checa, la otra selección sorpresa del momento (de la que podéis leer en otro artículo). Este partido se zanjó con victoria griega con un gol de Dellas en el descuento de la primera parte de la prórroga (como había gol de plata, no hubo segunda parte). Un partido vibrante en el que los griegos, durante minutos parecía que flaqueaba, y que salvo Nikopolidis.

Pero una vez fue pasando el tiempo, los griegos se fueron sintiendo más a gusto hasta el punto de queparecía que habían jugado estos partidos toda la vida. En la final, un viejo rival, Portugal. La selección anfitriona quería cerrar un año redondo para el fútbol portugués, pero no contaba con un invitado especial como era esta Grecia. Grecia dejó llevar el peso del partido a los lusos y los mataron al contrataque, con un gol de Charisteas. A partir de hay, defendió el resultado. Portugal pudo empatar, pero Ronaldo no acertó. Y Grecia ya tenía su primera Eurocopa. Zagorakis fue nombrado mejor jugador. Una historia de lucha y que para los que nos gusta el fútbol modesto, un hito.

LA PLANTILLA (4-2-3-1)

Antonis Nikopolidis (41)
Bajo palos, sobriedad y veteranía. El titular era Nikopolidis, leyenda griega y del Olympiakos. Lo paró todo y no tuvo ningún error importante. Buena colocación, le faltaban reflejos (por la edad, 33) y no mucha calidad con los pies. Como opciones desde el banquillo Chalkias, que sigue jugando a sus 38 años y Katergiannikis, segundo partero del Olympiakos por entonces (los dos tenían en ese momento 30 años). Ninguno de los dos tuvo minutos.

Traianos Dellas (36)
La defensa sin palabras. Espectacular. Pocas veces había visto tal organización. Los titulares eran Seitaridis, Dellas, Kapsis y Fyssas. Seitaridis era el que más calidad tenía de los 4. El por entonces jugador del Panathinaikos se incorporaba muy bien al ataque y ganó gran cartel (fichó por el Oporto al año siguiente), pero nunca dio el rendimiento esperado. El veterano Georgiadis (Olympiakos) era su suplente.

En el centro de la defensa, Dellas y Kapsis eran una pareja muy sólida. Ambos eran jugadores experimentados, altos y fuertes. No eran buenos con los pies, pero con el estilo de juego del equipo, no hacía falta. Importantes en las jugadas de estrategia del equipo. Dabizas (Leicester) y Goumas (Panathianaikos toda su vida) eran los suplentes y tenían el mismo perfil. Por la izquierda Fyssas, un lateral cumplidor, no subía mucho y servía más para defender, pero realizó genial su tarea. Venetidis era el suplente.

Theodoros Zagorakis (41)
En mediocampo, un quinteto clave. Quizás sea la mayor concentración de talento de la historia deleste país. Basinas y Zagorakis formaban el doble pivote. El primero, era defensivo. No mucha calidad, si mucho físico y raza. Jugó un año en el Mallorca. Lo de Zagorakis es de estudio. Este jugador, de gran calidad, jugaba en el AEK. Se sabía importante para el equipo, pero no tanto como para ser jugador del torneo.

Tras la Euro, se esperaban muchas ofertas por el, pero no llegaron tantas. Se fue un año al Bolonia, donde pasó sin pena ni gloria, y volvió al AEK de sus amores. Por delante, en las bandas, Katsouranis, un carrilero que adelantó su posición y que cubría a veces los huecos que dejaba Seitaridis o Fyssas, y sobre todo, eran vitales sus balones al área.

Por la izquierda (o derecha)  Giannakopoulos, jugador muy físico y sin excesivo toque cuya misión era colgar balones a los delanteros y lanzar los contraataques. Se pegaba mucho a los mediocentros. Karagounis era el mediapunta. Es el jugador de estos que más lejos a llegado y quizás el de más calidad de los titulares (gran juego entre líneas) pero que se quedó con el rol de jugador de equipo. Podía haber dado más de sí. En el banquillo había tres posibles cambios. Como opción defensiva Kafes (al que recordareis algunos por jugar con el 1 en el Olympiakos), por la banda a Lakis, y en el mediapunta el jugador número 12: Tsiartas. Quizás el mejor jugador griego de la historia, pasó 4 años en el Sevilla. Una calidad extraordinaria.

Angelos Charisteas (32)
En punta jugaba Charisteas. Este delantero por entonces jugaba en el Wender Bremen, donde ganó una Liga. Delantero tanque con un buen remate de cabeza, nunca terminó de explotar y lleva desde 2004 vagando por las distintas ligas de Europa sin llegar a establecerse en ninguna. En el banquillo tres delanteros. Estos eran Nikolaidis, la primera opción, y que se retiró ese mismo año en el Atlético, Vryzas, delantero que ponía un poco de chispa y con buen remate de cabeza, y Papadopoulos. Un dato, los tres han jugado en España.

Después de este torneo, Grecia ,obviamente, nunca llegó a estos topes pero se ha establecido como una de las selecciones clásicas en los torneos internacionales. Los jugadores han cambiado, pero ahora, con Fernando Santos, actual entrenador, el equipo sigue teniendo la misma filosofía.

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