Falso9blog

La inactividad de estas últimas semanas en el ámbito futbolístico nos ha provocado un poquito de insatisfacción. Nos sentimos un poco vacíos sin liga, sin competición entre semana, etc. Es por eso que si se produce algún acontecimiento relacionado con él, el sofá se vuelve a calentar, y nosotros tan felices.

La FIFA propuso una competición veraniega, a la que no vamos a entrar a juzgar, en la que al menos nos entretenemos un poquito más que sin fútbol. Una competición en la que el título tiene más bien escaso prestigio en los más grandes, y genera ilusión en los más pequeños, por la posibilidad de enfrentarse a los mejores. Pero no solo significa eso la Confederaciones, también es una especie de preparación para los que la disputan. Es momento de encajar piezas, de retocar las imperfecciones y descubrir a los debutantes.

En ésta se darán cita la campeona del mundo (España), la campeona de Europa, aunque al ser también la selección, será la subcampeona (Italia), la que represente ese lugar. También el organizador (Brasil), la campeona de Asia (Japón), el campeón de Oceanía (Tahití), el campeón de la Copa de África (Nigeria), el campeón de América (Uruguay) y el campeón de la Concacaf (México).

Evidentemente, el aliciente que tiene la competición es el de ver el tan ansiado duelo entre España y Brasil, que también se esperaba en la última edición, pero que Estados Unidos se encargó de “estropear”. No obstante, Italia y Uruguay también son dos selecciones candidatas a llevarse el título. Los italianos ya sabemos de lo que son capaces, pero aparte tienen un gran potencial. Pirlo, Maggio, Marchisio, Balotelli y compañía son jugadores de muchísima calidad, y, a pesar de perder en la final, plantaron cara a la roja en el partido de fase de grupos de la Eurocopa. Por otra parte, Uruguay sí que es un equipo que ha sorprendido a más de uno. Ha ido de menos a más estos últimos años, y no es nada raro, teniendo en cuenta la plantilla con la que cuenta, encabezada por Luis Suárez y Edinson Cavani, pasando por Godín, Coates, Gargano, el “Cebolla” Rodríguez…

Brasil, por su parte, no atraviesa su mejor momento, pero ya sabemos que Brasil dónde compite es en las grandes competiciones. Es cuando hay un título importante en juego cuando rinde al máximo. Y si a todo esto añadimos a Marcelo, Neymar, Dante, Thiago Silva, Oscar…, el morbo es mayor si cabe. La “Canarinha” nunca pierde la alegría, ni en las citas más marcadas e importantes cambia su estilo. El “joga bonito” es su esencia y, en ocasiones, se agradece.

En el caso de los nuestros, será una competición movidita. En la selección no hay ninguna posición asegurada, hay tantos recursos que se podría cambiar todo el equipo, sin modificar la columna vertebral, que seguiría rindiendo como lo hace. Será importante ver de lo que es capaz Soldado, y si la suplencia de Negredo es justificada, porque los números del vallecano están ahí. Aunque quizás eso será el motivo para dejar claro a Torres que no se confíe. Hay aspectos más serios, como el de Xavi, que no está en su mejor momento, el de Iker, que lleva mucho tiempo sin participar, el de Silva, que viene de una temporada discreta con el City, aunque la magia del canario es en la selección donde aparece más. También el de Pedro, que últimamente está jugando de lujo con la selección, o el de Mata, en un estado de forma espectacular, el de Cazorla, elegido mejor jugador del Arsenal de esta campaña. Incluso para experimentar con Beñat, que no sería tan descabellado introducirlo.

Pero el que más me interesa a mí, personalmente,  Javi Martínez, que, con la tontería, perdonadme la expresión, se ha convertido en una figura intocable en el esquema del Bayern y ha formado una pareja impresionante con Schweinsteiger.

En definitiva, muchos jugadores se han quedado sin entrar en los planes de Del Bosque, de momento, y están a la espera de ver si éstos rinden. Éstos son Rubén Castro, Michu, o el propio Negredo, quienes han cuajado una temporada dignísima de una recompensa como el de la selección, pero que un “bendito problema” les está amargando su participación.

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Artículo por @XescRipoll