Acabamos de empezar octubre y en el Real Madrid ya ha aparecido una
palabra, la temida por Ancelotti y a la que la afición ya se podría decir
que está acostumbrada, crisis. El
Atlético de Madrid tomó el Bernabéu de nuevo, sacó los tres puntos de feudo
blanco y dejó al descubierto las enormes carencias del equipo blanco a lo largo
de todo el partido, en resumidas cuentas, fue un repaso en todos los aspectos.
Stale Solbakken |
Pero eso ya está olvidado,
reuniones aparte el equipo debe levantar
la cabeza y mirar hacia adelante y lo primero que aparece en el horizonte
es la Champions. El Copenhague es el
rival idóneo para muchos para superar esta crisis. Un equipo que proviene de
una liga débil como es la danesa no parece que pueda poner en ningún problema
al conjunto madridista. Ilusos. El Copenhague está dirigido por un hombre
caracterizado por su carácter y por transmitirle el mismo a sus equipos, el
noruego Stale Solbakken.
Por si la memoria le falla a alguno el Copenhague ya sabe lo que es
enfrentarse a un grande y más concretamente de la Liga Española ya que en la
temporada 2010-2011 cayó en el mismo grupo de Champions League que el
FC.Barcelona de Pep Guardiola. En aquellos tiempos también se tachaba de
locura que el Copenhague fuese si quiera capaz de puntuar ante los blaugranas,
y lo consiguió, fue en su estadio eso sí donde consiguió un valiosísimo punto
que a la postre le serviría para meterse en los octavos de la máxima
competición continental.
Este Copenhague es débil, no nos
vamos a engañar, al menos más débil que los madridistas, pero no sólo de
nombres o de historia se ganan los partidos.
El Copenhague plantará cara, y el propio Solbakken ya lo ha avisado “Venimos a
un estadio donde es muy difícil puntuar, pero ya hemos hecho otros buenos
partidos en grandes escenarios y esperamos hacerlo también en el Bernabéu” dijo el noruego en la rueda de prensa previa
al partido que ya sabe lo que es puntuar en estadios como el Juventus Stadium
en la primera jornada de la presente Champions League.
Raphael Varane |
Como ya se ha dicho, la visita
del Copenhague debería servir para cambiar la imagen ofrecida en el derbi del
pasado sábado ante el Atlético de Madrid. Lo cierto es que no será fácil, el Real Madrid es un equipo falto de
carácter y de intensidad y curiosamente sus rivales se aprovechan de ello
imprimiendo intensidad y carácter que les falta a los blancos. Al Copenhague le
va este tipo de juego, suple su falta de calidad con garra y lucha
incansable durante los 90 minutos y no sería descabellado que ante las
dificultades a la hora de entrar a los partidos ofrecidas por los madridistas
durante esta temporada el conjunto danés no pusiese en algún apuro a los
madridistas o que incluso diese algún susto.
La realidad es que este partido
debería ser el más asequible del Real Madrid de los 6 que disputará en el
grupo. El partido se afronta con la baja
de Gareth Bale, que se ha caído de la convocatoria por molestias musculares.
Por el contrario el Bernabéu disfrutará de nuevo de Íker Casillas, portero titular en Champions del Real Madrid y
podría ver de nuevo a Raphael Varane
en el centro de la defensa.
Habrá cambios en el último once de Ancelotti casi con total
seguridad, cambios para recuperar a lesionados y permitiendo que vayan entrando
en el equipo, o cambios para forzar
precisamente eso, el cambio que necesita el Real Madrid.
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Artículo por @vivi10bkk
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